miércoles, 31 de mayo de 2017

CÓMO AFECTAN A NUESTRO CEREBRO LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Para finalizar este resumen de los riesgos de las nuevas tecnologías, en esta entrada trataremos sobre los riesgos neurológicos. Cuando hablamos de riesgos neurológicos nos referimos a alteraciones en el funcionamiento de nuestro sistema nervioso por el uso de las nuevas tecnologías.

El tema no es sencillo, pues se tocan dos disciplinas en el límite del conocimiento, la tecnología y la neuropsicología. Por suerte no somos los primeros en este "jardín" y nos podemos "aupar a hombros de gigantes", como decía Newton. En este caso los autores que tomaremos como referencia son Nicholas Carr y el Dr. Manfred Spitzer.


Nicholas Carr


Manfred Spitzer
























Nicholas Carr es un escritor estadounidense que se hizo famoso por el libro "Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?", pues quedó finalista para el premio Pulitzer en 2011. De una forma amena y muy gráfica, Carr muestra los cambios de comportamiento y formas de actuar debidos a los avances tecnológicos. Resulta interesante comprobar cómo la redacción de Nietzsche se modificó con el paso de la estilográfica a la máquina de escribir.

En cuanto al Dr. Manfred Spitzer es un médico, psicólogo y filósofo que ostenta la cátedra de Psiquiatría en la Universidad de Ulm. Ha escrito varios artículos y libros sobre el efecto de las nuevas tecnologías en el cerebro, pero posiblemente el más impactante ha sido "Demencia Digital". Con gran cantidad de datos, desgrana los posibles daños que un uso excesivo de las nuevas tecnologías puede hacer sobre nuestras mentes.

Como resumen al trabajo de estos dos autores, un uso inadecuado de las nuevas tecnologías comprende los siguientes riesgos: pérdida de capacidad de orientación, reducción de capacidad memorística, agresividad, atención trastornada, estrés, insomnio y depresión.

Sin entrar en detalle, ambos autores avisan sobre la pérdida de la capacidad de orientación espacial que supone el uso de múltiples aparatos con GPS. Además se reduce el uso de la capacidad memorística, necesaria para ubicar y recordar datos que nos ayuden a orientarnos en nuestro entorno inmediato.

La pérdida de atención es habitual en personas adictas a la multitarea, hacer muchas cosas a la vez, pues fomenta la atención dividida. Si bien atender a varias tareas a la vez es una función propia de los seres humanos, no resulta recomendable su uso continuado. Existen otras formas de atención necesarias para nuestro desenvolvimiento diario como son: focalizada, sostenida, selectiva y alterna. Todas ellas tienen su momento y un desarrollo equilibrado requiere de todas. 

El paradigma actual en educación nos dice que la memoria se debe infravalorar frente a la capacidad de raciocinio propia del ser humano. Se fomenta el auxilio de la capacidad memorística descomunal de los ordenadores para que los seres humanos dediquemos nuestro esfuerzo a otras tareas. Es aceptado que el ordenador es una ampliación del cerebro, pero todos sabemos lo arriesgado de esta estrategia cuando nos quedamos sin luz eléctrica. Por ello es recomendable combinar técnicas para compensar estos "momentos de oscuridad".

También es conocida la agresividad inherente a ciertos juegos, que nos llevan a normalizar comportamientos que no son propios de una sociedad civilizada. El riesgo de normalizar ciertas actitudes violentas y la reducción del umbral de compasión son técnicas utilizadas en las guerras para deshumanizar al enemigo. Por ello moderar la exposición a juegos violentos y deshumanizadores parece una buena recomendación.

La necesidad de estar en contacto continuo con nuestro grupo de WhatsApp, la inmediatez de los sucesos en Internet o la apuesta por el narcisismo de las redes sociales son causantes de un estrés innecesario que violenta nuestro día a día.

Estas situaciones llegan a producir insomnio y depresión, si su exposición a los mismos es continua. Efectos como la supresión de melatonina por la luz azul suponen alteraciones del ciclo circadiano que alteran nuestro funcionamiento neurológico.




En resumen, los perjuicios observados son el resultado de un abuso descontrolado. En nuestro caso, conviene limitar el tiempo de exposición a las nuevas tecnologías para evitar el cansancio, el embotamiento y cualquier efecto adverso. El establecimiento de horarios de uso y desconexión es una buena técnica tanto para adultos como jóvenes.

La combinación de las nuevas tecnologías con otras técnicas más tradicionales aumentará nuestro arsenal en el día a día. Por ejemplo, usar lápiz y papel, además de la calculadora, ayuda a desarrollar una capacidad de cálculo mucho mayor.

Conviene evitar la multitarea, tan usual actualmente. Nuestro cerebro no puede realizar varias actividades con plena dedicación y cuando esto se convierte en un hábito destruye la capacidad de concentración y atención.

Algunos consejos muy extendidos son los que recomiendan no hacer en el mundo virtual lo que no haríamos en la vida real. Este consejo es extensible a la violencia, el sexo, el ciberacoso y cualquier actividad punible.

Por último, conviene no olvidar que las nuevas tecnologías son una herramienta y no un fin, y que cuántas más herramientas tengamos a nuestro alcance más versátiles seremos. Una correcta alfabetización digital nos permitirá un empleo adecuado y se evitarán males mayores, que no provendrán de las nuevas tecnologías sino de su mal uso.

J. Carlos Avendaño
Club Tecnológico

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