El pasado 10 de mayo tuvimos la suerte de compartir dos horas maravillosas con los alumnos de 2º de la ESO. Gracias a la amable invitación de su profesor de Tecnología, D. Javier Spinola, realizamos una clase práctica sobre el uso de la placa de prototipado ("breadboard" en inglés).
La actividad trató sobre la construcción de un circuito básico de resistencias en serie y paralelo y la medida posterior de corrientes y tensiones en el mismo. Después de una pequeña introducción algunos alumnos accedieron a montar el circuito y realizar las mediciones propuestas. Posteriormente pudieron comprobar las leyes básicas de la electricidad mediante el cálculo de tensiones y corrientes a través de la ley de Ohm y las leyes de Kirchoff.
El desarrollo de la actividad se puede consultar en la ficha empleada para la jornada, con algunos detalles añadidos posteriormente para aclarar las dudas que aparecieron.
Desconocemos cuánto quedará en la mente de los alumnos, ni si lo emplearán en su actividad laboral. Indudablemente resultó muy interesante que el mundo escolar y el laboral se tocaran brevemente. Ambos profesores intentamos acercar la realidad al aula y los jóvenes descubrieron que, a pesar de la exactitud de las fórmulas, la vida real esconde algunas dificultades que no permiten captar fácilmente esa perfección.
Por ejemplo, los alumnos descubrieron que la electricidad que circulaba por dos ramas del circuito no sumaba exactamente la que había entrado (Ley de Kirchoff de intensidades). Ante el desencanto inicial, entendieron los efectos indeseados de un mal contacto entre el cable y el aparato de medida y la existencia de "efectos colaterales" al experimento.
El objetivo inicial de las sesiones era mostrar el funcionamiento de la placa de prototipado, aunque después se pudo ampliar al conocimiento del polímetro, como aparato de medida de corrientes y tensiones, y la placa Arduino, como elemento básico de control robótico.
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| La placa de prototipado |
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| Polímetro digital |
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| Placa Arduino |
Os engañaría si dijera que la actividad salió perfecta. Los circuitos no funcionaron a la primera, algunos alumnos no entendían para qué valía aquello y otros mostraban su disgusto con participar en la misma delante de sus compañeros. La inexperiencia, los nervios y el miedo al ridículo pusieron la sal a una jornada fantástica, que nos permitió a todos conocernos un poco y aprender cosas nuevas. Es indudable que este aprendizaje nos ha hecho mejores y nos ha preparado para afrontar los cambios que el mundo actual y futuro nos depara.
Si el proverbio dice que "para educar a un niño hace falta una aldea", me alegro de haber sido uno de los miembros de la aldea que ha visitado a estos chicos.
Desde aquí envío un grandísimo abrazo a todos los alumnos de 2º ESO del Colegio Internacional Kolbe y a su profesor de Tecnología, D. Javier Spinola. Espero volver a visitaros pronto.
J. Carlos Avendaño
Club Tecnológico
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